Mi Mamá

A mis 40 años todos los que me quieren habían perdido las esperanzas de verme mamá. Aunque no me lo decían, lo sentía: pensaban que, con mi última historia larga, se había esfumado «la» oportunidad de sumar un nuevo integrante al Clan López. Los sorprendí a todos. Menos a mí.

Mi mamá siempre me imaginó mamá y, claro, soñó con que me casara de blanco como ella. Me llevó muchas veces de adolescente a bodas en su parroquia para ver si me conmovía y se activaba el chip. Y la verdad que sí, me conmovía, pero no me veía en ese lugar. «Si me llego a casar algún día, te echan Má», le decía yo. «Ya sé, olvidate -se terminó resignando- pero no te pierdas un hijo». «Eso sí quiero. Ya llegará», le fui diciendo convencida en distintas edades.

mamaprimerosmesesLa recuerdo de a flashes durante el proceso que terminó en mi maternidad. También en los primeros momentos de la vida de mi hija, su sexta nieta y ahora, con Evangelina creciendo.

Estuvo el 19 de diciembre de 2011 cuando congelé óvulos. La dejé rezando en una habitación chiquita de una clínica de Fertilidad de Palermo. Me vio llorar de emoción y abrazar a mi ginecólogo de toda la vida cuando me confirmó que había salido todo bien, que me habían extraído nueve óvulos!!, nueve posibilidades de un hijo a futuro.

Cuando, un año después, supo que había quedado embarazada naturalmente de Amadou en Atenas, me bancó, festejó y no dejó un día de mandarme mensajes de texto desde Lomas de Zamora hacia Capital. «¿Cómo están lindas?» «¿Cómo amanecieron hoy?» «¿Cómo estuvo la ecografía?» y así (llamados incluidos) durante 38 semanas y media.

Mamá en casaLimpió mi casa mil veces mientras crecía mi panza y me ayudó a adaptar los espacios para recibir a mi pequeña. Trajo la primera y útil ropa tejida a mano, compró su primer cambiador y mandó a hacer el perchero que lleva su nombre y que está al pie de su cama.

No quiso perderse la (innecesaria!) ecografía 4D y celebró con mi hermana, mi ahijada y una amiga entrañable los movimientos de Eva en la pantalla. Obviamente se llevó orgullosa un llavero con la cara «deformada» de su nieta para que la conociera el mundo.

Estuvo el día en que le confesé a mi ginecólogo (el mismo de los óvulos, cultor de todo lo humanizado) que no estaba preparada emocionalmente para el parto natural sin un compañero cerca (siempre pensé que Amadou iba a llegar). Me escuchó decirle que esperaría a que Eva quisiera nacer para ver qué hacía pero que lo veía poco probable.

Mi mamá se subió a un remis la madrugada de las contracciones y llegó sin dormir a Montserrat a la velocidad de un rayo. El dolor te hace perder la razón: quise echar a la partera y me la agarré con mi amiga Ileana que me acompañaba esa noche (se turnaron todas mis amigas las últimas semanas). Solo quería que llegara mi mamá.

100_8626Se vistió de astronauta para estar en la cesárea y mantuvo la entereza de una leona cuando no hacía efecto la anestesia. Fue la que recibió a Eva en sus brazos y la que me la acercó para que le diera el primer beso. También la que acompañó al médico a otra habitación para que le hicieran los controles de rigor. Dice que nunca va a olvidar ese momento. Que se quedaron solas y que no puede explicar lo que sintió. Que con cuatro hijos pensó que había vivido todo pero que se equivocó.

También estuvo el día en que nos fuimos con Eva de la clínica para volver a casa y empezar una nueva vida de a dos.

Mi mamá dejó por un tiempo a mi papá (son inseparables) y a su trabajo para estar conmigo. Se levantaba en distintos horarios cuando escuchaba mi «Má»! como un berreo, pidiéndole agua o mate cocido o para que anotara el horario en que Eva había tomado la teta o dormía. Fue la que le hacía el «provechito» para evitar sus posibles ahogos (nunca lo logré) y la que me bancó siestas largas para recuperar energía.

Fue la que, con mi papá, adaptó el departamento de mi abuela Ofelia (uno de mis ángeles) por si me quería mudar.»¿Te vas a quedar sola en la Capital? ¿No querés estar cerca nuestro y de tus hermanos?», sugería con amor. No me pudo convencer. Sí estuve en la casa de mi infancia los primeros meses de Eva y fue liberador. Dormimos en la pieza que había dejado a los veintipico pero ya nada era lo mismo. Pude cerrar heridas. Siempre se escuchó música, sonrisas y palabras de aliento a nuestro alrededor.

IMG03119-20130520-1600Me acompañó a la guardería cuando empecé a trabajar y calmó mis lágrimas cuando dejaba a mi hija entre decenas de bebés desconocidos. También fue la que me esperaba a la vuelta con la comida más rica del mundo.

Es el día de hoy que, si le digo «Má, te necesito», deja todo lo que está haciendo y aparece.

Podría escribir una colección interminable sobre su presencia en «mi momento cumbre». Me ayudó a caminar de grande pero no ya como hija sino como mamá de Eva. Siempre me pensé muy distinta a ella aunque ahora que soy mamá y pude verla con nuevos ojos, tal vez me le parezca bastante.

SAM_6128Muchas amigas que tuvieron hijos «con papá cerca» me confesaron que les hubiera gustado, sobre todo en los primeros meses del bebé cuando estás mareada con todo, tener al lado a una mamá como la mía.

No tengo dudas de que la mamá que tuviste o tenés define en gran parte la mamá que sos o que querés ser.

La mía se llama Cristina pero le dicen «Titi». Vive con mi papá («Pichi», otro héroe silencioso) en el sur del conurbano. Es una militante del amor por la familia. Es el ser más tierno y generoso del planeta pero no le toques a sus hijos o a sus nietos porque es capaz de matar.

Si la ves por la calle, no te la quieras llevar a tu casa porque es Mi Mamá.

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5 comentarios en “Mi Mamá”

  1. Vale, no podias describir mejor a tu mama y todos los sacrificios. Hace tiempo me fui de Lomas y tuve 2 hijos preciosos en Barcelona. Mi mama fue fundamental en esos momentos tan especiales, tambien lo dejo todo para acompanarme y comprendo perfectamente tus sentimientos y tus palabras. Somos afortunadas por las madres que tenemos y ojala algun dia podamos ser como ellas. Disfruta de tu mama y tu hija y no dejes de escribir! Mucha fe, animo y fuerza! Un abrazo grande y extensivo para el clan Lopez, familia divina!

  2. Vaya como emocionan en esta página, que estoy en el trabajo y que me hacen llorar en la oficina. Leer estas historias, me da fuerzas para afrontar lo que se me viene, amo a mi hijo y por él, sé que saldré adelante, quiero ser una madre como la mía que también es así de preocupada y me ha dicho anoche que siempre me apoyará.
    Muchas felicidades por vuestra madre, me alegra saber que somos muchas las madres que luchamos por nuestros hijos con o sin un papá al lado 🙂

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